Bambi

Autor original: Anónimo

Adaptado por Educrea                                  


Había llegado la primavera, y el bosque entero parecía sonreír. Los árboles se vestían de hojas verdes, las flores abrían sus pétalos con timidez, y los rayos del sol jugaban a esconderse entre las ramas.


Los animalitos del bosque estaban muy emocionados. Algo muy, muy especial acababa de ocurrir.


—¡Ha nacido el cervatillo! ¡El príncipe del bosque ha nacido! —anunciaba el conejito Tambor, mientras saltaba de alegría y daba suaves golpecitos con sus patitas traseras.


Todos corrieron a conocer al recién nacido. Era pequeñito, con unas patas largas y tambaleantes, y unos ojos grandes como el cielo. Su mamá, con mucho amor, lo llamó Bambi.


Los primeros pasos no fueron fáciles. Bambi intentaba levantarse, pero sus patitas parecían de gelatina. Caía de un lado, se enredaba del otro… ¡pum! Pero cada vez lo intentaba de nuevo. Hasta que por fin, ¡lo logró! Se puso de pie. Todos aplaudieron con sus orejitas, patitas o alas. Y Bambi sonrió.


El conejito Tambor se convirtió en su primer amigo. Juntos exploraban el bosque, saltaban charcos, olían flores y aprendían sobre la vida con juegos y risas. También conoció a la dulce mariposita Flor y otros amiguitos con los que compartía aventuras mágicas bajo el cielo azul.


Pasaron los días, las hojas cambiaron de color, y llegó el invierno. Todo el bosque se cubrió de un manto blanco, suave como el algodón. Bambi miraba asombrado cómo caían copitos del cielo.


—¡Es nieve! —le dijo Tambor—. ¡Y también se come!


Pero el invierno no solo traía diversión. Había menos comida, y el frío hacía temblar a todos. Aun así, Bambi seguía aprendiendo y creciendo, protegido por el cariño de su mamá.


Un día, mientras paseaban, Bambi vio algo increíble: un grupo de ciervos adultos cruzando el bosque con paso elegante. Uno de ellos, enorme y majestuoso, iba al frente. Su mirada era firme y serena.


—¿Quién es? —preguntó Bambi con ojos asombrados.


—Es el Gran Príncipe del Bosque —susurró su madre—. Es sabio, valiente y cuida de todos nosotros.


El bosque, sin embargo, no siempre era seguro. Cierta mañana, un extraño olor flotaba en el aire. Los pájaros se escondían y el viento traía un silencio extraño.


Aquel día la mamá de Bambi se mostraba inquieta. Olfateaba el ambiente tratando de descubrir qué ocurría. De pronto, oyó un disparo y dijo a Bambi.


—¡Corre, Bambi! ¡Corre hacia lo más profundo del bosque! —le dijo con urgencia.


Bambi corrió como nunca. Su corazón latía fuerte, muy fuerte. Cuando por fin se detuvo, miró hacia atrás… pero su mamá no estaba.


Sus ojos se llenaron de lágrimas. No entendía. Solo sabía que la echaba mucho de menos.


Entonces apareció una figura conocida. Era el Gran Príncipe del Bosque.


—Tu mamá ya no podrá volver, pequeño —le dijo con voz suave y firme—. Pero tú serás fuerte. Yo estaré aquí.


Pasó el tiempo. Bambi creció, sus patas se hicieron firmes, su mirada más profunda. En una mañana de primavera, mientras bebía agua en el estanque, vio reflejada en el agua una silueta delicada. Al volverse, se encontró con una cierva de ojos brillantes y andar ágil. Se llamaba Falina. Desde ese día, fueron inseparables.


El bosque volvía a florecer. Pero un día, desde lo alto de una colina, Bambi notó humo y movimiento. Un campamento humano. Corrió hacia allá. Falina estaba en peligro, rodeada de perros. Sin pensarlo, Bambi se lanzó con valentía y logró ayudarla a escapar. Fue un momento intenso, pero el amor y el coraje fueron más fuertes.


Con el paso de los años, Bambi y Falina formaron una familia. Tuvieron dos crías juguetonas que corrían entre hojas y mariposas. Y así, Bambi se convirtió en el nuevo Gran Príncipe del Bosque.


Ya no era el cervatillo torpe que caía al caminar. Ahora era sabio, protector y amable. El bosque estaba en buenas patas.



🌟 Y así termina nuestra historia...

La vida está llena de cambios, pero con amor, valentía y amigos sinceros, siempre podemos crecer y florecer.


💬 Preguntas para conversar en familia:

  1. ¿Qué significa para ti ser valiente como Bambi?
  2. ¿Cómo crees que se sintió Bambi cuando perdió a su mamá? ¿Cómo podemos acompañar a alguien que está triste?
  3. ¿Qué cosas crees que hacen especial a tu propia “manada” o familia?